sábado, 5 de octubre de 2013

Coca cola, te odio y te amo al mismo tiempo.

Coca Cola siempre ha sido una empresa que nos da casos para estudiar, sea por su sistema de distribución en países como la India, o sus peleas en su país natal dados los detractores que la acusan de la obesidad infantil rampante.
Sin embargo, hoy vamos a hablar de su última campaña publicitaria, que a estas alturas muchos la habréis visto ya.

La campaña tuve el placer de conocerla hace varios meses, por medio de un video promocional con un target muy claro, todos los nerds que como yo, nos gusta ver a gente jugar Starcraft a nivel profesional.
En el video en particular aparece Maddelisk, una jugadora sueca, que además de buena jugadora y estar haciendo un doctorado en matemáticas en la universidad de Estocolmo es guapa.



El tal Apollo con el que dice que quiere compartir su Coca Cola es uno de los comentaristas más cotizados de la escena, Ingles, aunque ha vivido un par de años en Suecia como parte de un estudio que hace comentario profesional y programas de actualidad sobre Esports y en el caso de Apollo, se Starcraft 2.

Fast forward unos meses, y la campaña llega a España, y hace un par de semanas, las latitas con nombres empiezan a llegar a Logroño, esa pequeña ciudad donde no suele suceder nada (quizá parezca que no suceda porque las televisiones nacionales nunca han tenido delegación aquí de donde enviar cámaras y reporteros rápido o gente para cubrir los eventos, en España parece solo existe Madrid y Barcelona a veces)
El caso es que no recuerdo haber visto anuncio en televisión de las latas con nombres, y si los ha habido, ha sido mínimo. Sin embargo, Coca Cola es una de esas pocas empresas que pueden contar su presencia en los lineales como publicidad potente en si misma.
Y en estas estaba yo haciendo la compra cuando paso por delante de una cámara frigorífica y que me encuentro...


...esta lata mirándome inquisitívamente entre todas las demás y diciendo, COMPRAME.
Y no es solo que la comprara, esa lata tenía más poder que ninguna otra compra que halla realizado en un supermercado. Desde el momento que la tuve en mi mano quería contarle al mundo lo chula que era esa lata, y lo guay que sería bebérsela. Al momento quería sacarle una foto y ponerla en facebook, en twitter, instalarme instagram y comprarme unas gafas de pasta para compartirlo con caulquiera que quisiera verla.
Finalmente solo la utilicé de foto para hacer Check-in en 4square, pero estuve pensando las siguientes horas como compartiría con el mundo esta expreiencia.
Al final no lo he colgado en facebook por motivos que ya expresé en mi presentación del blog, pero esta lata ha conseguido algo más grande aún y es que me decida de una vez a comenzar este blog, y por eso le esto agradecido, GRACIAS LATA.


P.S: Tras beberme la lata, esta sigue en la estantería vacía, como diría la gente en el mundo de la publicidad, generando impáctos cada vez que mi vista pasa por encima suya, y solo al coste de ponerle mi nombre a la jodida lata.




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